Optimista, alegre y seguro, confiado de haber encontrado el camino definitivo, Labandón incluso se ha desprendido de su característico pañuelo para dar a conocer su sexto disco de estudio, "Lo que el viento me dejó", "el más autobiográfico" de todos cuantos ha grabado.
"Cuando terminé la gira del disco anterior sentí la necesidad de parar un poco y analizarlo todo, el pasado, el presente y el futuro, y todo eso es lo que se refleja en las canciones. Siempre he pensado que el viento te deja lo bueno y se lleva lo malo", explica el cantante en una entrevista con Efe.
Si la norma habitual era lanzar un álbum "cada año y medio", El Arrebato requirió en esta ocasión un lapso de tiempo mayor. "Han sido algo más de dos años porque necesitaba saber qué pasaba con Javi, digerir las cosas y saborearlas. Ahora sé lo que quiero y hacia dónde voy", afirma.
La senda musical, en todo caso, ya está más que consolidada, aunque con ciertos matices refrescantes: "Un poco lo de siempre, con rumbitas, flamenquito... La diferencia es que este disco es más rockero y bebe de las raíces del rock andaluz: Guadalquivir, Smash, Alameda... Lo que siempre he mamado", detalla.
La filiación rockera del artista se manifiesta en su admiración por Jesús de la Rosa, vocalista del grupo Triana: "Ha sido mi único ídolo, porque tenía una manera única de decir mucho en apenas un par de versos. Además, soy el más pequeño de ocho hermanos, en mi casa sólo había un tocadiscos y se escuchaba mucho a Triana".
"Te vas a equivocar", "Dice la gente", Lady Luna" o "Vamos a hablarlo" son algunas de las doce piezas que El Arrebato ha reunido en "Lo que el viento me dejó" (EMI), un trabajo preñado de "mensajes directos" y "estribillos pegadizos".
"No es algo que busque de forma premeditada, sino que me sale natural. Yo apuesto por la claridad y la sinceridad; no me voy a poner filosófico ni profundo, porque entonces ya no sería El Arrebato, sino una parodia", asegura este artista "experto en mundología".
Enemigo de saraos y 'artisteos', Labandón sólo se deja seducir por "las cosas auténticas". "Para hacer algo tengo que sentirlo de verdad. Si una canción no va gustar en las radios, pues que no la pinchen. Es como los duetos, que sólo me motivan cuando se trata de un colega o de alguien al que admire, como Antonio Vega o Dioni -Martín, cantante de Camela-".
Nacido y criado en el hispalense barrio de Los Pajaritos, Labandón mantiene "la ilusión y las ganas de seguir haciendo cosas distintas", como ese álbum en el que pueda registrar sus canciones con la única compañía de un piano.
"No te puedes imaginar cómo cambia la perspectiva de una canción cuando la haces al piano. Es algo precioso. En el próximo disco lo voy a intentar. Ahora vamos a hacer una gira de teatros, y tengo decidido darle un toque más íntimo a la música para ir preparando el terreno", anuncia.
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