El arrebato via Opendisc
lunes, 8 de noviembre de 2010
Un padre arrebatado.
jueves, 4 de noviembre de 2010
Optimista, alegre y seguro, confiado de haber encontrado el camino definitivo, Labandón incluso se ha desprendido de su característico pañuelo para dar a conocer su sexto disco de estudio, "Lo que el viento me dejó", "el más autobiográfico" de todos cuantos ha grabado.
"Cuando terminé la gira del disco anterior sentí la necesidad de parar un poco y analizarlo todo, el pasado, el presente y el futuro, y todo eso es lo que se refleja en las canciones. Siempre he pensado que el viento te deja lo bueno y se lleva lo malo", explica el cantante en una entrevista con Efe.
Si la norma habitual era lanzar un álbum "cada año y medio", El Arrebato requirió en esta ocasión un lapso de tiempo mayor. "Han sido algo más de dos años porque necesitaba saber qué pasaba con Javi, digerir las cosas y saborearlas. Ahora sé lo que quiero y hacia dónde voy", afirma.
La senda musical, en todo caso, ya está más que consolidada, aunque con ciertos matices refrescantes: "Un poco lo de siempre, con rumbitas, flamenquito... La diferencia es que este disco es más rockero y bebe de las raíces del rock andaluz: Guadalquivir, Smash, Alameda... Lo que siempre he mamado", detalla.
La filiación rockera del artista se manifiesta en su admiración por Jesús de la Rosa, vocalista del grupo Triana: "Ha sido mi único ídolo, porque tenía una manera única de decir mucho en apenas un par de versos. Además, soy el más pequeño de ocho hermanos, en mi casa sólo había un tocadiscos y se escuchaba mucho a Triana".
"Te vas a equivocar", "Dice la gente", Lady Luna" o "Vamos a hablarlo" son algunas de las doce piezas que El Arrebato ha reunido en "Lo que el viento me dejó" (EMI), un trabajo preñado de "mensajes directos" y "estribillos pegadizos".
"No es algo que busque de forma premeditada, sino que me sale natural. Yo apuesto por la claridad y la sinceridad; no me voy a poner filosófico ni profundo, porque entonces ya no sería El Arrebato, sino una parodia", asegura este artista "experto en mundología".
Enemigo de saraos y 'artisteos', Labandón sólo se deja seducir por "las cosas auténticas". "Para hacer algo tengo que sentirlo de verdad. Si una canción no va gustar en las radios, pues que no la pinchen. Es como los duetos, que sólo me motivan cuando se trata de un colega o de alguien al que admire, como Antonio Vega o Dioni -Martín, cantante de Camela-".
Nacido y criado en el hispalense barrio de Los Pajaritos, Labandón mantiene "la ilusión y las ganas de seguir haciendo cosas distintas", como ese álbum en el que pueda registrar sus canciones con la única compañía de un piano.
"No te puedes imaginar cómo cambia la perspectiva de una canción cuando la haces al piano. Es algo precioso. En el próximo disco lo voy a intentar. Ahora vamos a hacer una gira de teatros, y tengo decidido darle un toque más íntimo a la música para ir preparando el terreno", anuncia.
Lo que el viento me dejó.
Dejémoslo claro desde el principio: Lo que el viento me dejó es una de las grandes obras de El Arrebato. Un magnífico disco repleto de estupendas canciones, con ese sonido indiscutiblemente sureño que mezcla cadencias de rumba con apuntes eléctricos que lo acercan al pop y, ocasionalmente, a un rock enérgico y potente y con una letras que sitúan a Javier Labandón como uno de los grandes autores de la música española actual. Un artista de referencia que nunca rebaja su nivel de inspiración, un excelente artesano en la construcción de canciones que en su nuevo trabajo vuelve sorprender por su variedad, su buen hacer y su altura poética.
El arrebato solidario.
El arrebato en "La semana más larga"
miércoles, 3 de noviembre de 2010
Su lado más andaluz.
martes, 2 de noviembre de 2010
«Mi estilo -dice huyendo de etiquetas- es el de El Arrebato; ni rock andaluz, ni pop... Para mí solo hay dos tipos de música: la que te gusta y la que no, al margen de sin son rumbas o música clásica», y añade: «Lo que sí tengo claro es que es música andaluza, y que es el punto de vista de un andaluz, mi filosofía de vida».
Un modo de cantar sureño que se traduce en temas como «Dice la gente». Compone dejándose llevar, «no sé cómo pensar una canción, eso sale, fluye -reflexiona-, y así son las canciones más sinceras, más de verdad, conectan mejor». Y compara: «Una canción artificial es como un beso artificial, o sale del alma o ni es canción ni es nada».
Temas como «No lo entiendo», «Te vas a equivocar» o «Lady Luna», que le gusta componer en solitario, trabajando al mismo tiempo música y letra, «voy diciendo algo cantando, y una vez que termino, es cuando lo perfecciono». Canciones que se incluyen en un disco que, por primera vez en su carrera, ha logrado, el pasado 15 de septiembre, colocarse en el número 1 en la lista oficial de los álbumes más vendidos en España, según certifica Media Control GFK International.
«¿A qué le cantamos si no es al amor?»
El amor, «la leitmotiv de la vida», es la espina dorsal de todas ellas. «¿A qué le cantamos si no?», pregunta. Aunque en otro temas, como «Antonio y Victoria», recoge un homenaje a todas las personas que le han enseñado «una filosofía de vida, a caminar recto», especialmente a sus padres: «Quiero compartir todo con ellos y darle su homenaje de justicia».
Quizás por ese pasado, en sus discos son esenciales sus recuerdos: «Son la digestión de las vivencias. Las canciones no se inventan, están ahí hasta que las sacamos al mundo».
De momento, este disco le llevará en una gira de invierno en la que seguro recuperará sus temas clásicos, como el himno del Sevilla, «Búscate un hombre que te quiera» o «Poquito a poco». Canciones que él sabe que son imprescindibles en su trayectoria: «Estoy mucho mejor ahora que en el primer disco porque estoy en un momento de mi vida en el que estoy muy seguro de lo que quiero y de cómo conseguirlo, pero sé que hay temas por los que se me recordará toda la vida, y me siento muy orgullosos de ellos… aunque ahora ya no me saldrían».
Cada noche hay una fiesta.
Lo que el viento me dejó (título que tiene connotaciones evidentes con la mítica película y que se evidencian aún más en la magnífica portada del disco) está impregnado de canciones inspiradas que enriquecen ese mundo propio que ha creado El Arrebato y que mantienen el pulso popular de uno de los artistas más emblemáticos de la historia de la música española de los últimos diez años. Es el sexto álbum de estudio de El Arrebato y mantiene en lo más alto una impecable carrera que comenzó con Poquito a poco (2001) para continuar con Una noche con arte (2003), Que salga el sol por donde quiera (2004), Un cuartito pa mis cosas (2006) y Mundología (2008), a los que hay que añadir un Grandes éxitos publicado en 2006.
Son álbumes que han conseguido multiplatinos, elegidos por votación popular en TVE Mejor Disco del Año (Que salga el sol por donde quiera) y que han situado a El Arrebato como uno de los grandes de la música española. El Himno Oficial del Centenario del Sevilla se ha convertido en un emblema, en un ejemplo más de su enorme carisma popular y de su capacidad para unir generaciones.
En estos nueve años, El Arrebato ha lanzado canciones como Duele, Ojú lo que la quiero, Hoy me dio por ser honesto, Poquito a poco, Ve despacito, Háblame del sur, A mí na’ ma’, Búscate un hombre que te quiera, Por un beso de tu boca, Un amor tan grande, Una noche con arte, No puedo más, Dame cariño, Hoy todo va a salirme bien, Mirando pa ti... Son temas que se han incrustado en la memoria popular a los que ahora se unen los de su nuevo álbum Lo que el viento me dejó que se publica el 7 de septiembre. “Os agradezco de corazón que estéis siempre ahí, que hagáis que este loco majara que habla con el viento no sea un loco majara que habla con el viento solo, sino que está acompañado de muchísima gente que refuerza todo lo que hago”, dice El Arrebato en su web agradeciendo a sus seguidores su apoyo. Un apoyo incondicional que hace que Lo que el viento me dejó sea uno de los discos más esperados de 2010. De nuevo, El Arrebato más esencial. Pura inspiración sureña de alcance global.
Un toque de sharme flamenco.
lunes, 1 de noviembre de 2010
Optimista, alegre y seguro, confiado de haber encontrado el camino definitivo, Labandón incluso se ha desprendido de su característico pañuelo para dar a conocer su sexto disco de estudio, "Lo que el viento me dejó", "el más autobiográfico" de todos cuantos ha grabado.
"Cuando terminé la gira del disco anterior sentí la necesidad de parar un poco y analizarlo todo, el pasado, el presente y el futuro, y todo eso es lo que se refleja en las canciones. Siempre he pensado que el viento te deja lo bueno y se lleva lo malo", explica el cantante en una entrevista con Efe.
Si la norma habitual era lanzar un álbum "cada año y medio", El Arrebato requirió en esta ocasión un lapso de tiempo mayor. "Han sido algo más de dos años porque necesitaba saber qué pasaba con Javi, digerir las cosas y saborearlas. Ahora sé lo que quiero y hacia dónde voy", afirma.
La senda musical, en todo caso, ya está más que consolidada, aunque con ciertos matices refrescantes: "Un poco lo de siempre, con rumbitas, flamenquito... La diferencia es que este disco es más rockero y bebe de las raíces del rock andaluz: Guadalquivir, Smash, Alameda... Lo que siempre he mamado", detalla.
La filiación rockera del artista se manifiesta en su admiración por Jesús de la Rosa, vocalista del grupo Triana: "Ha sido mi único ídolo, porque tenía una manera única de decir mucho en apenas un par de versos. Además, soy el más pequeño de ocho hermanos, en mi casa sólo había un tocadiscos y se escuchaba mucho a Triana".
"Te vas a equivocar", "Dice la gente", Lady Luna" o "Vamos a hablarlo" son algunas de las doce piezas que El Arrebato ha reunido en "Lo que el viento me dejó" (EMI), un trabajo preñado de "mensajes directos" y "estribillos pegadizos".
"No es algo que busque de forma premeditada, sino que me sale natural. Yo apuesto por la claridad y la sinceridad; no me voy a poner filosófico ni profundo, porque entonces ya no sería El Arrebato, sino una parodia", asegura este artista "experto en mundología".
Enemigo de saraos y 'artisteos', Labandón sólo se deja seducir por "las cosas auténticas". "Para hacer algo tengo que sentirlo de verdad. Si una canción no va gustar en las radios, pues que no la pinchen. Es como los duetos, que sólo me motivan cuando se trata de un colega o de alguien al que admire, como Antonio Vega o Dioni -Martín, cantante de Camela-".
Nacido y criado en el hispalense barrio de Los Pajaritos, Labandón mantiene "la ilusión y las ganas de seguir haciendo cosas distintas", como ese álbum en el que pueda registrar sus canciones con la única compañía de un piano.
"No te puedes imaginar cómo cambia la perspectiva de una canción cuando la haces al piano. Es algo precioso. En el próximo disco lo voy a intentar. Ahora vamos a hacer una gira de teatros, y tengo decidido darle un toque más íntimo a la música para ir preparando el terreno", anuncia.